Después de pensarlo durante más de cuatro años, los esposos Andrea y Josué decidieron migrar a Brasil. El 31 de agosto de 2024, salieron por tierra desde Maiquetía. Vivían en el mismo barrio que Ana Guaita, una de los nueve periodistas detenidos después de las elecciones del 28 de julio.
Una semana que parece un mes; un mes que cierra con más de 1 mil detenidos; un equipo de abogados voluntarios que los defienden, pese a sus propios miedos. Esta bitácora muestra cómo ha trabajado el Foro Penal después de las elecciones del 28 de julio. Y cómo la cifra de detenidos fue aumentando con el paso del tiempo.
Detrás de la retahíla política que intenta adoctrinar —reflexiona en este artículo de opinión el psicólogo y escritor Manuel Llorens– hay un país lleno de historias de valientes anónimos. Una ciudadanía, que, dice, servirá para fundar una mejor sociedad.
Una de los más de 100 adolescentes detenidos en medio de las protestas contra el primer boletín que emitió el Consejo Nacional Electoral, luego de la elección presidencial del 28 de julio.
La del 28 de julio de 2024 no fue una elección más. Ciudadanos organizados, defendiendo sus votos, mostraron que el país cuenta con un tejido social vigoroso.
Luego de la verificación ciudadana, la noche del 28 de julio en una zona popular de Caracas, el coordinador de un centro electoral dijo que, por una “orden de arriba”, nadie podía quedarse con una copia del acta de escrutinio. Los presidentes de las mesas, los testigos de los partidos y los ciudadanos presentes se opusieron.
El narrador Héctor Torres reflexiona sobre el derribo de varias estatuas de Hugo Chávez, en distintas partes de Venezuela, y concluye que, más que protesta, se trata de una definitiva ruptura espiritual con un modelo que marcó a buena parte del país durante los últimos 25 años.
Después de dos conciertos en España, Laura Guevara regresó a México, pero no la dejaron entrar. La llevaron a una cárcel de migrantes. Esta es la historia de lo que vivió allí.
Entre 2016 y 2024 han muerto en Venezuela casi 15 mil personas por la intervención de la fuerza pública. Muchas de las víctimas son jóvenes negros o morenos, menores de 30, habitantes de barrios.
A los 9 años estaba al pendiente del acontecer político. A los 18 salía a protestar. Después se hizo militante político. Más tarde pasó tres meses en prisión.