A mediados de 2003, tres viviendas se incendiaron en la zona 5 del barrio José Félix Ribas de Petare. Wilmary Fernández, entonces de un año y medio, estaba en una de esas casas.
Al saber que en el país hay escasez de suero antiofídico, el antídoto para contrarrestar los efectos del veneno en el cuerpo, al sacerdote Jhonny Arias se le ocurrió crear un banco de este medicamento, financiado por su propia comunidad.
Apenas comenzó la carrera de medicina, Lourdes Delgado se interesó por la medicina tropical. Sin todavía graduarse de doctora, ideó un programa para formar a “científicos ciudadanos”, quienes le ayudan a identificar dónde aparecen chipos.
Cuando piensa en su papá, a Andrés Cañizales le viene a la mente el rostro de Francisco, un hombre que, sin llevar su sangre, escogió quedarse a su lado, acompañarlo y cuidarlo ante cada enfermedad.
Dejaron atrás la devastación de una guerra y aterrizaron en Caracas. En Cerca del cielo, su primer libro, Maite Espinasa escarba en su memoria familiar. “Resulta absurdo que mi versión sobre el paso de estos seres por la guerra esté llena de buenos momentos”, dice en este fragmento que publicamos en La Vida de Nos. […]
La protagonista de esta historia se graduó de economista pero en Tucupita, donde vivía, nunca logró conseguir un empleo formal en su área profesional.
Wilfredo Rodríguez llegó a la radio para conducir un programa de variedades, pero terminó difundiendo las necesidades de Delta Amacuro.
En 2005, indígenas warao salieron de Araguaimujo, en la selva de Delta Amacuro, y se establecieron en un terreno baldío a la orilla de la carretera nacional Troncal 15, en Tucupita.
Estaba a punto de terminar de cumplir una condena en el Centro Penitenciario de Yare I cuando Jorge Luis Alfonzo participó en un taller literario que tuvo lugar en la cárcel.
A sus tempranos 35 años, José Antonio Acevedo comenzó a sentir síntomas de párkinson…