La pequeña Gaby padece de dos afecciones pulmonares que la obligan a vivir pagada a una máquina para poder respirar. Pero el aparato funciona con electricidad, y cuando se iba la luz en La Grita su familia debía correr con ella, como en una película de acción, para llegar a tiempo a donde hubiese electricidad. Hoy cuentan con una planta eléctrica, pero lo que la niña necesita para tener una esperanza aún parece estar lejos.