Hace cuatro años, contamos la historia de Luis Méndez, un adolescente violinista de 16 años que necesitaba un trasplante de riñón. Hoy tiene 20 años. Ya pudo recibir un trasplante. Ahora se organiza para que no le falten los inmunosupresores que suelen escasear en Venezuela, esos que permiten que su cuerpo no rechace el órgano que tanto le costó tener.
Dos mamás. Dos mamás, con hijos con fibrosis quística —una enfermedad que afecta de forma sistémica el cuerpo de los niños que la padecen— se conocen en el pasillo de un hospital desabastecido. Se hacen amigas. Y, con el tiempo, se animan a ayudar a más niños, a más madres.
Nueve años después de migrar, Roberto Costa volvió a Venezuela para votar en las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio de 2024. Se reencontró con su mamá, también migrante, quien como él vino a votar.
Entre 2016 y 2024 han muerto en Venezuela casi 15 mil personas por la intervención de la fuerza pública. Muchas de las víctimas son jóvenes negros o morenos, menores de 30, habitantes de barrios.