Dejaron atrás la devastación de una guerra y aterrizaron en Caracas. En Cerca del cielo, su primer libro, Maite Espinasa escarba en su memoria familiar. “Resulta absurdo que mi versión sobre el paso de estos seres por la guerra esté llena de buenos momentos”, dice en este fragmento que publicamos en La Vida de Nos. […]
El 30 de julio de 1950, huyendo de la miseria, la escasez y el desempleo, Antoni Espinasa i Masague y Teresa Vilanova i Llambías abandonaron Cataluña, con rumbo a Venezuela. Aquí los esperaban Paco, el hermano de él, y su esposa Conxita, con quienes habían huido anteriormente de las garras del fascismo.
Lucinda permitió que su hija de 10 años, pasara el fin de semana en casa de sus tíos, en Carmen de Uria, en el litoral central. Era diciembre de 1999. Esa fue la última vez que supo de ella. La buscó durante mucho tiempo, hasta que una pista la llevó hasta el Hogar Santa María de la Caridad, en Caracas. Lea su historia.