Cuando murió su madre, Jesús Blanco, un joven estudiante de 23 años, decidió migrar de Venezuela. Llegó a Lima, Perú, en febrero de 2019, luego de un viaje de seis días por carretera. Tenía 100 dólares y la esperanza de, meses después, irse a Argentina para reencontrarse con un primo. Distintas circunstancias lo llevaron, sin embargo, a otros destinos.