En octubre de 2016 Vanessa Rastvorov se despidió de sus seres queridos para instalarse en Buenos Aires. Estando allá comenzó a manifestar malestares atípicos de forma tan persistente que decidió devolverse a su casa materna, en Caracas. El diagnóstico: linfoma de Hodgkin.
La vida es una continua sucesión de ciclos que nos encadenan a la existencia. Cada nueva vuelta a esa rueda nos permite reeditar la ilusión de volver a intentarlo. Pero, también, a formular inevitables balances.