Al saberse embarazada, Marian sintió que debía migrar cuanto antes. No quería ser parte de esa estadística según la cual, en 2016, murieron 756 madres a causa de complicaciones en el embarazo y el parto. Así, desde Hato Viejo comenzó su periplo con todo lo incierto que supone atravesar más de 4 mil kilómetros por carretera.