Primero ocultó que tenía cáncer de mama. Después, cuando no pudo seguir escondiéndolo, se negó a someterse al tratamiento de quimioterapia. Tuvo metástasis en distintas partes del cuerpo. Milagros tenía la convicción de que estaría con vida para ver a Kimberly, su única hija, graduada de médico.