Después de 10 años ejerciendo como médico, la doctora Carolina Medina dio con una especialidad que le interesó: la medicina integral, una rama que estudia cómo el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu pueden influir en la sanación de un paciente. Liliana de Sandoval, una paciente con cáncer terminal, fue su maestra. Con ella supo que estaba en el camino correcto.