Durante su primera infancia, Carmen Noelia Rodríguez vivió con una severa miopía. A los 7 años fue al médico y le mandaron lentes. Entonces se sorprendió al ver el cielo.
Era la década de los 80 y acababan de inaugurar el Museo de los Niños. En su colegio hicieron un concurso de dibujos, cuyo premio sería un paseo a ese sitio. Carmen Noelia Rodríguez pintó la Cruz del Ávila, que solía encenderse el 1ro de diciembre de cada año.