Desde que estaba en el bachillerato, Carlos Egaña sospechaba que padecía un trastorno bipolar, pero no se atrevió a buscar ayuda profesional hasta que cursaba el cuarto año de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello. En este texto testimonial, ganador de la segunda edición del Premio Lo mejor de nos, evoca los altibajos que ha experimentado durante un largo proceso que lo ha obligado a entenderse consigo mismo.