Estaba a punto de terminar de cumplir una condena en el Centro Penitenciario de Yare I cuando Jorge Luis Alfonzo participó en un taller literario que tuvo lugar en la cárcel.
Aunque tenía problemas de visión, comenzó a pintar a temprana edad. Alí Zapata intentó estudiar biología y sociología en la Universidad de Oriente, pero su camino estaba en la pintura y la docencia. Lo supo luego de una suplencia a un profesor de dibujo técnico: durante casi tres décadas estuvo en las aulas. Cuando más tarde quedó prácticamente ciego, comenzó un recorrido de autoconocimiento.