Alberto Rodríguez es un venezolano que vive en Machala, ciudad portuaria del sur de Ecuador. La aparición de la pandemia de covid-19 lo dejó sin empleo y con muchas cuentas por pagar. Aunque sabía que se exponía al virus, decidió salir, junto a un amigo, a trabajar fumigando con amonio cuaternario, químico usado para espantar plagas en bananeras y camaroneras.